No estoy muy puesta en los nórdicos, pero da la casualidad de que de Nesbohe leído, sin ningún tipo de orden o concierto, un par de novelas: Némesis y Headhunters. Al tun tun. Y como dice Toni: entretiene, que no es poco. Si además, en esta ocasión -en Petirrojo-, la trama se desarrolla en dos momentos temporales distintos, tengo un aliciente a mayores para seguir perseverando, aunque suelo dejar la novela negra para el verano.
(Por cierto, no puedo evitarlo, pero cada vez que leo esas “Ø” cruzadas con la rayita me acuerdo de Astérix y los normandos, donde el perro de los vikingos decía GRØAR )